Dos años

Dos años que no estás, dos años sin verte, dos años sin poder reír contigo, sin platicar largas horas, sin poder abrazarte. Al principio me sentía desconcertada, ¿cómo era posible que después de ser tan cercanos nos habíamos alejado? No sabes la impotencia que sentí aquella mañana de diciembre cuando por fin decidí buscarte y enterarme que habías fallecido meses antes. ¿Cómo pude esperar tanto tiempo para hablarte de nuevo?, ¿cómo fue que me olvidé de ti?, ¿cómo fue que se había ido mi amigo, sin decir adiós? Traté de encontrar respuestas en todos lados,después de buscarte más y más, preguntarle a toda la gente que conocíamos en común. Cuando supe lo inevitable un nudo se hizo en mi garganta, me sentí tan frágil, tan impotente y comencé a llorar, sabía que mis lágrimas no te traerían de vuelta pero no podía hacer más. Pasaba el tiempo y quería encontrar una respuesta, no la hallaba. Fue hasta hace unos días que me di cuenta porque te recordaba tanto y fue porque con tu muerte me diste vida. Así es, me enseñaste a ver lo frágil que soy y que no tengo nada comprado, que hoy puedo estar aquí y mañana quien sabe. Gracias, mil veces gracias por haber estado conmigo, por haber sido como un hermano para mi, porque aunque no siempre estábamos juntos, nuestra amistad era inquebrantable, porque contigo siempre fui transparente, siempre fui yo y jamás tuve miedo a que me juzgaras porque siempre aceptamos defectos y virtudes el uno del otro. Siento tanto que no puedas leer esto, te hubiera encantado porque sé que amabas todo este tipo de cosas al igual que yo, escribir, la poesía, el simple hecho de disfrutar el momento. Al saber que no volveré a verte me hiciste saber que debo disfrutar día a día, reponerme de los momentos malos y permitirme sentir porque es lo que me hace estar viva. El simple hecho de reír, cantar, saltar, gritar, llorar, abrazar, amar, el darme cuenta que la vida no tiene que ser perfecta sino que sus imperfecciones son las que la hacen completamente hermosa y perfecta, porque sino hubiese momentos malos, jamás hubiese podido disfrutar de los mejores. Gracias a ti sé que siempre debo de decirle a quienes amo lo que siento y no dar por sentado que ya lo saben. Pues nunca sabré si los veré de nuevo o si será la última vez. Sin embargo, no por eso voy a mantener a gente en mi vida que ya no quiere ser parte de mí. Gracias por haberme hecho parte de tu vida y aunque fue poco el tiempo que estuvimos juntos, valió la calidad de tiempo y no la cantidad. Sólo puedo decir que celebro haber sido tu amiga y que gracias a ti hoy vivo mejor, no me puedo deprimir porque no te habría gustado por ello haré algo en tu nombre que me llene de vida. Inlakech